Se dice que… El secretario de Energía quedó afuera de todo, ya no participa de las decisiones energéticas, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, no lo tiene más en cuenta y espera que su salida se oficialice una vez finalizada la pandemia. Según pudo saberse, Sergio Lanziani tuvo un pico stress, que derivó en trastornos bipolares de depresión y ansiedad, que alertó sobre su alto consumo de alcohol, lo que llevó a especular con una internación para desintoxicarse. Se acabaron los amaneceres en el Hotel Faena de Puerto Madero, las amigas del boliche Cocodrilo y el buen whisky, todo pagado en su momento por el lobby energético, que ya lo abandonó cuando quedó afuera de todo. El dato de color que es que su paso por el Instituto Patria y su reuniones con Cristina Kirchner, aceleraron su caída en el ostracismo y en la decepción de Alberto Fernández, solo le quedan las fotos con las dirigentes K Cristina Brítez y Julia Perié, que lo entregaron como un corderito y lo dejaron solo cuando se dieron cuenta que el ex ministro de Energía de Misiones venia en caída libre. Sergio Lanziani se enteró de la designación de Ignacio Barrios Arrechea al frente de la EBY por los diarios, ese día se le terminó la poca esperanza que le quedaban de sobrevivir a su anunciado e indefectible final.