Se dice que…La protesta “generada” de la policía en la Tierra Sin Mal lejos de debilitar, fortaleció a la Renovación. La impericia política de la oposición quedó nuevamente expuesta. Profundizan sus errores al seguir utilizando a los inocentes “brokers” gremiales. Al misionerismo se lo comprende desde su reacción. Desafiar a Carlos Rovira no es para amateurs políticos. El dato de color es que radicales, macristas y macrimileistas pensaron que con los canales porteños podría lograr objetivos que desde la política no tuvieron hasta ahora capacidad de alcanzar. Y por lo demostrado, no alcanzarán. Otro dato es que la sociedad misionera comenzó a tomar conciencia de la insesibilidad social del ajuste de Javier Milei. La lumpenburguesía posadeña entró en crisis y según el principal banco de Misiones están casi todos sobregirados y en rojo sus tarjetas de créditos. Tarde para lágrimas. Canalicen sus frustraciones con otros métodos, los falsos mensajes y audios de WhatsApp no hicieron el daño que anhelaban. Las perlas son que Lule Menem pretendía intervenir en el conflicto policial por medio de Oscar Herrera Ahuad y que desde las sombras Sergio Massa intentó influir en los medios nacionales para debilitar al gobierno nacional exponiendo la protesta policial en Misiones. Los mal pensados ven otras intenciones en ambos personajes de la política nacional. La presencia ausente de la oposición es su falta de coherencia política. La frutilla del postre fue llorar por la ley de lemas en los medios nacionales. Si tienen dignidad tendrían que replantearse todo. Y alguna vez ganar una elección. Recordarles, aunque duela, que desafiar a Carlos Rovira no es para amateurs políticos…ni tampoco para conspiradores de baja intensidad.