Se dice que…En su creación y posterior consolidación la Renovación impuso un nuevo contrato social en la Tierra Sin Mal. Con un tiempo propio, lejos de las decisiones económicas y políticas de Buenos Aires, pero sí con la influencia cultural de publicistas, escribas, coachings e influencers importados del mismo lugar que en teoría el misionerismo rechaza y crítica, toda una contradicción en sí a la rebeldía que enuncian bajo un estricto libreto los y las representantes de este “new refresh” llamado misionerismo pop. En este modelo confluyen diferentes generaciones de dirigentes y militantes, aunque todo parecería indicar que los herederos del poder son los integrantes del misionerismo pop, no hay que confundirse, son solo las piezas necesarias de superficie de un proyecto que los trasciende…a todos. El dato de color es que si bien la Renovación siempre está un paso adelante que la oposición debe tener en cuenta que la maquinaria electoral para 2023, y de seguro Carlos Rovira lo sabe, es ajena a la génesis y las ideas fluctuantes del misionerismo pop. Otro dato es que sería positivo llevarles tranquilidad a los integrantes de la Renovación de toda la provincia y con palabras sutiles aclararles que “Diario de la guerra del cerdo” fue una novela de Adolfo Bioy Casares. La política es cíclica y esto es solo misionerismo pop.