Se dice que… La presidenta del Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), Viviana Rovira, es la única funcionaria renovadora que sigue apoyando al cuestionado ministro de Cambio Climático, quien se resiste a dejar su cargo a pesar de su evidente fracasada gestión sobre el verso de la venta de los “bonos verdes misioneros”. El porteño Patricio Lombardi también habría pedido una jugosa indemnización por las brillantes ideas que aportó a la gestión del gobernador Oscar Herrera Ahuad, pero hay otro factor que lo mantiene en su función, es la embajada de Estado Unidos en Argentina y el interés por el control del Acuífero Guaraní, que representa el 19% de la reserva mundial de agua en territorio nacional, este último tema ya atraviesa una cuestión de soberanía que es inadmisible. El dato de color es que Patricio Lombardi no pudo con su soberbia y en la inauguración de la nueva caldera del grupo chileno Arauco contó que estaría a cargo de la llegada de nuevos observadores militares norteamericanos a territorio misionero en calidad de “aporte técnico al ministerio de Cambio Climático”. Alguien dijo alguna vez “Misiones le aporta oxígeno al mundo”, al parecer solo le aportaría a Estados unidos y eso es más que preocupante.