Se dice que…El funcionario y dirigente histórico de la Renovación sabe que tiene “el boleto picado”. Una foto con el gobernador de la Tierra Sin Mal puede demorar la agonía del final. Hugo Passalacqua tiene su vocación intacta, no le preocupa el que dirán y acepta sacarse esa ansiada foto con Joaquín “Quincho” Sánchez. La mesa chica del passalacquismo ortodoxo planea quedarse en los últimos dos años de la administración con el mayor poder posible. Los funcionarios Soledad Balán y Facundo López Sartori juegan fuerte en la interna de la Renovación. El gran interrogante es si Passalacqua banca esa movida o está en otra. La “bendita caja” de Desarrollo Social es el gran objetivo a dirimir después de las elecciones provinciales del 8 de junio. No está fácil mismo.

El dato de color es sin duda la renuncia de Alfredo Schiavoni a seguir formando parte del PRO. Próximo destino desconocido por el momento. “En política nadie se jubila”, dijo un personaje que actualmente vende sus servicios al libertarismo. Otro dato es que Pablo Velázquez presentará su propio sublema dentro del espacio misionerista y se pone en carrera para la intendencia de Posadas en 2027. La perla es que el Partido Justicialista de Misiones no participará de las elecciones provinciales al igual que el partido Activar de Pedro Puerta.

La UCR no puede salir de su laberinto. Los “boinas tibias” de Martín Arjol vendieron su alma a los hermanos Milei y se autodefinen orgullosos como radicales con peluca. Señal de la decadencia política de la época. Mientras Pepe Pianesi y su banda buscan recuperar la dignidad perdida camino a la intervención del partido centenario. El método camporista de Cristina Brítez y los porteños que manejan el Consejo Nacional Justicialista.

La Renovación Neo prepara sublemas en toda la provincia con la impronta de los nuevos tiempos. La oposición dividida y vendiendosé al mejor postor demuestra que el esquema misionerista sigue intacto. Las movidas mediáticas estériles del PRO, la UCR y el PJ actúan a su vez como anabólicos para el armado político de la Renovación.

El sistema no se depura por la clase social o la portación de apellido como cree la lumpemburguesía misionera. El sistema se depura si su dirigencia no pierde el sentido común. La pertenencía. La humildad. No olvidarse de donde vienen. Y aún más importante, esa gente que los vota tienen necesidades y cada vez menos paciencia.

Cuidado con apoyar demasiado a Javier Milei. La autocracia en la Argentina está a la vuelta de la esquina. Los Martín Menem, los Santiago Caputo y las Karina Milei de la vida política, tarde o temprano tendrán que rendir cuentas al pueblo. Al igual que le sucedió a Cristina Kirchner y Cia.

La complicidad legislativa no garantiza el ejercicio de la democracia. Todo lo contrario, la pone en duda. ¿Será ese el objetivo para justificar y terminar con las libertades individuales?

“No querían que la riqueza fuese repartida; si la riqueza llegara a generalizarse, no serviría para poder distinguir a nadie” George Orwell